Comprometida con la seguridad y el bienestar de las familias, la fundación estuvo presente en la despedida de Juan Román Riquelme y organizó como en cada encuentro de local, el Corredor Familiar ubicado en los accesos a La Bombonera.
Voluntarios y voluntarias recibieron a las familias con los brazos abiertos y los colores emblemáticos del club, para pintar de azul y amarillo los rostros de la hinchada. Para hacer de la experiencia aún más especial, se repartieron pochoclos, en una tradición que ha sido adoptada con cariño por las familias xeneizes.
Los pochoclos, los colores, junto con las risas y la emoción de los niños y las niñas, crearon un ambiente mágico y único en una jornada que fue inolvidable.